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Mis Caballitos de Mar:

sábado, 11 de febrero de 2012

Cuanto mas duele, mas le quieres.


Necesito hablar contigo, busco a mí alrededor, no estás. Me precipito hacia el ordenador, abro el tuenti, busco tu nombre en “Chat”, no estás. Te mando un mensaje al móvil, espero, 1, 2, 3…7 minutos, no contestas. Te llamo al móvil, da señal, por fin podré hablar contigo, de repente contestas: “¡Hola! Sí, soy yo. En este momento no te puedo atender, deja tu mensaje después de la señal. ¡Piii!”. No puede ser… Me dirijo hacia el fijo, tiemblo un poco mientras levanto el teléfono, marco tu número, dudando cada segundo: “Pi, pi, pi…”
+ Hola.
- Hola, soy una amiga de su hijo. ¿Se puede poner?
+ No, ahora mismo no está. Ha salido con su novia. ¿Quieres que le diga algo cuando vuelva?
- No, da igual. Ya hablaré mañana con él. Gracias. Adiós.
“Ha salido con su novia.” “Ha salido con su novia.” “Ha salido con su novia.” Esa frase retumbaba en mi cabeza como si un martillo la estuviese metiendo con duros golpes. No podía ser verdad, hoy no, por favor, tan solo quería hablar con él, decirle como me sentía…Sí, no iba a poder decirle que le quería, pero eso daba igual, solo quería sentirle por unos segundo cerca de mí.
De pronto me acordé de esa estrella, aquella que me dijiste que mirase cuando me sintiese sola, aunque también añadiste que nunca la necesitaría, siempre estarías ahí, pero no fue así. Me levanto de mi cama, me seco las lágrimas de los ojos y me dirijo a la ventana, busco la bendita estrella, pero no está, en el cielo solo hay nubes, nada más. Te he perdido para siempre, hay que aceptarlo, esa es la verdad.

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